¿Qué es, cómo funciona y para qué sirve la nube?

La nube, en términos informáticos, se refiere a la entrega de servicios tecnológicos a través de Internet. Estos servicios incluyen almacenamiento, procesamiento, administración de datos, y aplicaciones, entre otros recursos tecnológicos. En lugar de mantener hardware y software físicos en sus instalaciones, las personas y las organizaciones acceden a estos recursos de manera remota a través de una red global de servidores gestionados por proveedores de servicios en la nube.

La nube funciona mediante la virtualización de recursos computacionales. A través de la virtualización, un servidor físico puede ser particionado en múltiples servidores virtuales. Los proveedores de servicios en la nube operan grandes centros de datos llenos de estos servidores virtualizados. Los usuarios acceden a estos recursos a través de Internet, ya sea mediante una interfaz web, aplicaciones móviles o APIs. La información está disponible dondequiera que vayas y siempre que la necesites.

La nube tiene múltiples aplicaciones, entre las que se incluyen:

  • Almacenamiento: guardar archivos y datos (ej. Google Drive, Dropbox).
  • Cómputo: ejecutar aplicaciones y procesar datos (ej. Amazon Web Services, Microsoft Azure).
  • Bases de datos: gestionar bases de datos relacionales y no relacionales (ej. Amazon RDS, MongoDB Atlas).
  • Desarrollo y pruebas: proveer entornos de desarrollo y pruebas para aplicaciones.
  • Inteligencia Artificial y análisis de datos: ejecutar modelos de AI y análisis de grandes volúmenes de datos.

Tipos de nube

Nube pública

La nube pública es un modelo de computación en la nube en el que los servicios son proporcionados por proveedores externos a través de Internet. Estos servicios pueden incluir almacenamiento, procesamiento de datos, redes y otros recursos IT. Ejemplos destacados de proveedores de nube pública son Amazon Web Services (AWS), Google Cloud Platform (GCP) y Microsoft Azure.

Ventajas: los recursos se pueden escalar rápidamente según las necesidades, los servicios son accesibles desde cualquier lugar con conexión a Internet y se paga por uso, eliminando la necesidad de invertir en infraestructura propia.

Desventajas: los datos se almacenan fuera de las instalaciones de la empresa, lo que puede generar preocupaciones de seguridad y es posible generar dependencia de un solo proveedor y sus servicios.

 

Nube privada

La nube privada es una infraestructura dedicada exclusivamente a una sola organización. Puede estar alojada en las instalaciones de la empresa o en un centro de datos de un proveedor de servicios. Este modelo ofrece un control total sobre los datos y la seguridad.

Ventajas: mayor control sobre la seguridad y la privacidad de los datos y la infraestructura y los servicios están personalizados para satisfacer necesidades específicas.

Desventajas: mayor inversión inicial en infraestructura y mantenimiento y menor flexibilidad para escalar en comparación con la nube pública.

 

Nube híbrida

La nube híbrida combina infraestructura de nube pública y privada, permitiendo la portabilidad de datos y aplicaciones entre ambas. Este modelo proporciona una mayor flexibilidad, aprovechando las ventajas de ambas nubes.

Ventajas: posibilidad de mover cargas de trabajo entre nubes públicas y privadas según las necesidades, se puede usar la nube pública para tareas fluctuantes y la nube privada para datos sensibles y además, facilita la recuperación ante desastres y la continuidad del negocio.

Desventajas: la gestión e integración de diferentes ambientes puede ser compleja, garantizar la seguridad y la interoperabilidad entre nubes puede ser un desafío.

 

Multinube

El enfoque multinube implica el uso de múltiples servicios de nube pública de diferentes proveedores para diversas tareas. Esto permite a las organizaciones evitar la dependencia de un solo proveedor y seleccionar los mejores servicios para cada necesidad específica.

Ventajas: se reduce el riesgo de fallos del proveedor al distribuir las cargas de trabajo, la selección de proveedores se basa en su desempeño y costos específicos, se pueden aprovechar las mejores características y servicios de múltiples proveedores.

Desventajas: la gestión de múltiples proveedores y servicios puede ser compleja, y la integración y la interoperabilidad entre diferentes plataformas de nube puede ser un reto.

 

Principales modelos de entrega de la nube

SaaS (Software como Servicio)

Saas en un modelo de entrega de software donde las aplicaciones están disponibles a través de Internet. Los usuarios pueden acceder a las aplicaciones mediante un navegador web, sin necesidad de instalar ni gestionar a las aplicaciones en sus propios dispositivos. Ejemplos: Gmail, Salesforce y Microsoft Office 365.

Características:

  • Accesibilidad: las aplicaciones están disponibles desde cualquier lugar con conexión a Internet.
  • Mantenimiento: el proveedor del servicio se encarga de las actualizaciones y el mantenimiento del software.
  • Modelo de suscripción: generalmente se paga una tarifa periódica (mensual o anual) por el uso del servicio.
  • Escalabilidad: facilita la ampliación o reducción del uso según las necesidades del usuario.

PaaS (Plataforma como Servicio)

PaaS proporciona una plataforma que permite a los desarrolladores crear, desplegar y gestionar aplicaciones sin tener que gestionar la infraestructura subyacente. Esto incluye entornos de desarrollo, bases de datos y herramientas de gestión de aplicaciones. Ejemplos: App Engine, Heroku y Microsoft Azure App Services.

Características:

  • Entorno de desarrollo: proporciona entornos preconfigurados para desarrollo y despliegue.
  • Servicios integrados: incluye bases de datos, servicios de autentificación y otras herramientas necesarias para el desarrollo de aplicaciones.
  • Gestión simplificada: el proveedor gestiona la infraestructura subyacente, como servidores y redes.

IaaS (Infraestructura como Servicio)

IaaS proporciona recursos informáticos básicos, como servidores virtuales, almacenamiento y redes, que los usuarios pueden provisionar y gestionar a través de una interfaz de usuario o API. Ejemplos: AWS EC2, Google Compute Engine y Microsoft Azure VMs.

Características:

  • Recursos virtualizados: ofrece recursos de computación virtualizados que se pueden escalar según las necesidades.
  • Control completo: los usuarios tienen control total sobre el sistema operativo, aplicaciones y configuraciones.
  • Pago por uso: modelo de pago basado en el uso real de los recursos.

FaaS (Función como Servicio)

FaaS, también conocido como computación sin servidor (serverless computing), permite a los desarrolladores ejecutar fragmentos de código en respuesta a eventos sin tener que gestionar la infraestructura subyacente. Los proveedores gestionan automáticamente el aprovisionamiento y el escalado de los recursos necesarios. Ejemplos: AWS Lambda, Google Cloud Functions y Azure Functions.

Características:

  • Ejecución basada en eventos: el código se ejecuta en respuesta a eventos específicos, como cambios en una base de datos o solicitudes HTTP.
  • Escalado automático: escala automáticamente según la carga de trabajo.
  • Pago por ejecución: se paga solo por el tiempo de ejecución del código, no por el tiempo de inactividad.

 

La nube ha transformado el modo en la que las organizaciones y las personas gestionan y acceden a la tecnología, permitiendo una mayor agilidad, innovación y eficiencia en una amplia gama de aplicaciones. ¿Hablamos?